Quería tocarte, oírte para saber si eras real, pero te encontraste tan lejos de mi, esa distancia abismal que te vuelve abrir las heridas. Pero ya no dolías como antes, ya sabia de aquella muerte, y temblaba al reconocerte.
No pude evitarlo y te ame una vez mas, con la misma intensidad que la primera vez, y la ausencia tomándome de la mano.
Y es tan solo lo vivido lo que duele mas por dentro al saber que perdiste el valor para jugar, tal vez, alguna carta extraviada, un beso perdido, una mirada congelada.
"Los sueños en los que estoy muriendo son los mejores que tuve.
Me cuesta decirtelo, no encuentro la forma de hacerlo."
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