lunes, 25 de julio de 2011

Madrugada~

Esta madrugada hasta su silencio se apaga. Se apaga entre mis lagrimas. La tormenta que no cesa en mi. Y tienes que verlo entre mis recuerdos correr, jugar como si fuese ayer. Tienes que verlo sonreír. Tienes que verlo caminar, tienes que verlo ser. Tienes que amarlo, pensarlo toda la noche, mas de una noche, todos los días  cada hora, pero no tu. No tu. A menos que seas su felicidad. Tan solo, a menos. Ni nada mas, ni nada menos. O tal vez, su olvido. Si no, si no lo has conocido, no lo resucites en mi. Son huellas en la arena que se deben borrar para no volver tras sus pasos. Para no extrañar sus besos. Para no amarlo.
Viviría mil madrugadas así, en su nostalgia que me apaga y me enciende. Pero se apaga. Apaga. Arranca. Su silencio al vez sea amor conjugado con olvido, con palabras así que ahogan de verdad. Esto es realidad en mi piel. El no lo recuerda ya. El no recuerda. Mata. Asesino de sueños.
Madrugadas oscuras, que llueven por dentro, que truenan en silencio, que saben a cerveza a temperatura ambiente un lunes cualquiera en su ausencia. Ya no contestes con la distancia. Ya no vuelvas. Ya no.
Aquí tambien se quiere partir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario