En la hora mas exacta, tan precisa, alterada, alborotada, un poco paranoica... y por fin el vacío. Allí, si amor, es allí. El abismo. El abismo sin perdón. Humillación frente al espejo, nada mas, nada menos. Soledad. Silencio. Y nunca jamas latió tanto un corazón. Nunca jamas, tiempo después del tiempo, hubo una sensación.
Después de esto, después de la historia, un silencio indescriptible, que dibuja palabras en algún susurro del viento, atrasadas, con explicaciones que se asemejan a metáforas, y en mi cabeza, tal vez, algún signo, alguna señal. Tan solo es olvido. Tan solo era olvido.
Las sabanas tan frías, amor, tiempo después del tiempo, sin risas, sin comedia. La separación de bienes, allí pedazo de felicidad, aquí, la tumba de los muertos que no se llena, que todavía no se sepultan.
Ya no se estira, ya no nos delatan. Ya no nos vemos, ni aun ciegos, tratando de tocar el cielo con las raíces en los pies que no nos despega. Ahi van, los fantasmas de nuestros hijos que no tuvieron lugar, sus risas, sus llantos, sus palabras, sus manos, sus mejillas. Rodando van las fantasías agarradas fuerte del vientre, y tu tan como si nada vacilando con los pies, la cabeza bien puesta, y las emociones mejor ni tocarlas.
Estamos podridos, estamos tocados, estamos hambrientos, y ese sexo que nadie conoce y todos dicen conocer que hasta las mas frígida se pregunta, que es el amor, que es la piel, que es gemir, que es fingir. Tal vez amanecer. Tal vez morir. Una historia mas, un poeta, un sentimiento, un corazón roto.
Como si nunca hubiésemos existido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario