Detrás de cada "Te Amo" se esconden cien mentiras. Cien mentiras que podríamos enumerar cada uno a su antojo y parecer, o padecer. En un mundo donde todo es demasiado efímero, donde las cosas son efímeras, las palabras son efímeras, donde solo quedan recuerdos. Nostalgia, otra vez. El recuerdo de su sonrisa, su mirada recorriendote de pies a cabeza, su cabello, su piel, sus manos, sus pies, cada parte de su cuerpo. Amor, esto es locura. Si, lo es. Locura por vos. Locura por cada instante. No quiero ningún juez, no ahora. No quiero. No quiero ni tu juicio sobre el tema, tampoco quiero el mio. Todo lo que tengo son promesas rotas, sentimientos que se encienden cuando cae el sol y ya si se me permite, un misero recuerdo. Sin menospreciar su valor, ya es miserable. El sentimiento es miserable y mendigar por esto es agotador, es triste. Dignidad es cerrar la puerta y olvidar? Aprecio fuertemente tu valor de huida sin decir adiós. Aprecio fuertemente el mensaje, tu silencio. Ya nada mas puede destrozar esto. O eso que fue. Aquello que sucedió.
Siempre es atrás. Atrás, atrás, atrás, atrás. No hay futuro. El sueño se despierta y se retira. El cuerpo no soporta. El alma, dormida. No puedo hablarte, no puedo verte, no puedo mirarte a los ojos. Estoy herida. Todo se me va, y ya que importa. Y ya que importa creer, confiar, son cosas para tontos, para locos. Ya que importa la poesía, el ritmo, la metáfora, si nadie cree. Esas noches, no valieron. Me faltas, no te siento. Muero. Nada alcanza, nada es suficiente. Luego de tanto, el desenlace es terrible, caigo y no me atajas. No hay culpa, hay ausencia.
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